martes, 25 de enero de 2011

Último billete

Dicen que hay trenes que sólo pasan una vez, situaciones puntuales tan efímeras que cuando parpadeas de nuevo han pasado a formar parte del pasado, o situaciones que se presentan día a día y que acabas por acostumbrarte a éllas, tanto, que acabas por aborrecerlas.
Pero nada dura para siempre, y cuando menos te lo esperas esas situaciones desaparecen súbitamente, sin más; y aquello que por un instante se quedó al alcance de tu mano ahora es polvo, y aquello que acabaste aborreciendo ahora ha dejado un vacío dentro de ti que nunca más podrás rellenar. Puff, se fué.
Y es en ese preciso instante cuando caes en la cuenta de lo que acabas de perder. Pensaste que estaría ahí para siempre pero el Tiempo te jugó una mala pasada y te lo quitó de las manos, y ya nunca volverá. Pensaste que te esperaría, pero no lo hizo. Pensaste... y no actuaste.
Ahora llora tu cobardía y orgullo.